FUNDAMENTOS
Con
la presente ley se confiere un día hábil de licencia especial en el año
calendario, para que el personal femenino de la Administración Pública Nacional
se realice los estudios ginecológicos o mamografías que le fueran recomendados
por los profesionales médicos entrenados en esa materia.
El
cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres por tumores en nuestro
país.
Por
año se estima fallecen 5.400 mujeres y se descubren 18.000 nuevos casos. Pero
hay nuevas formas de detectar el cáncer de mama, en forma precoz, gracias a la
tradicional mamografía, pero también existen otros avances científicos. Es una
enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que
forman un tumor maligno.
Las
células normales crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el
cuerpo las necesita. Algunas veces este proceso se descontrola formando una
masa de tejido que es lo que se conoce como tumor. Este tumor se puede
desarrollar en distintas partes del tejido mamario.
Se
trata de una enfermedad que afecta mayoritariamente a mujeres de entre 45 y 70
años de edad, sobre la cual se desconocen cuáles son los causantes aunque se
reconocen algunos factores que aumentan el riesgo de enfermar:
• Ser mayor de 50 años
• Antecedentes personales de cáncer de
mama o de enfermedad benigna (no cancerosa) de mama.
• Antecedentes familiares de cáncer de
mama.
• Tratamiento con radioterapia dirigida
a la mama o el pecho.
• Tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona.
• Menstruación a edad temprana.
• Edad avanzada en el momento del primer
parto o nunca haber tenido hijos.
Otros
factores que aumentan las posibilidades de tener cáncer de mama y sobre los
cuales se puede intervenir son: el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo,
el consumo de alcohol en proporciones mayores a las recomendadas.
El
cáncer hereditario representa alrededor del 5-10% de todos los casos de cáncer
de mama. Algunos genes mutados relacionados con éste tipo de cáncer son más
comunes en ciertos grupos étnicos.
Los
dos genes mejor caracterizados son los llamados BRCA1 y BRCA2, cuyas mutaciones
confieren un riesgo aumentado de tener cáncer de mama y otros tumores en edades
especialmente jóvenes.
El
cáncer de mama en cifras en Argentina:
• El cáncer de mama es la primera causa
de muerte por tumores en mujeres.
• Se producen 5400 muertes por año por
cáncer de mama.
• Se estima que se producirán 18.000
nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de
cáncer en Argentina.
• Argentina, luego de Uruguay, es el
país de América con la tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama (con 20,1
y 24,3 defunciones cada 100.000 mujeres respectivamente). Mientras que Bolivia,
Ecuador y México tienen las tasas más bajas (con 7,6 10 y 10,5 defunciones cada
100.000 mujeres respectivamente).
• Las tasas de mortalidad por cáncer de
mama más elevadas se dan entre los 50 (41,6 cada 100.000 mujeres) y los 80 años
o más (215,8 cada 100.000 mujeres).
• El cáncer de mama es el cáncer de
mayor incidencia en mujeres, con una tasa de 74 casos por cada 100.000 mujeres.
• Más del 75% de las mujeres con cáncer
de mama no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad.
• Para el cáncer de mama la detección
temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen
hasta el 90% de probabilidades de curación.
• 1% de los cánceres de mama se presenta
en hombres.
Algunos
datos adicionales:
Factores
de riesgo: consumo de alcohol (evitable) y antecedentes familiares
(inevitables). El riesgo aumenta en cuanto a mayores casos de número de
familiares afectados con cáncer de mama.
Prevención:
mamografía, estudio radiográfico que utiliza una dosis baja de rayos x, único
estudio por imágenes que fue capaz de reducir la mortalidad por cáncer de mama
y se debe realizar en forma anual a partir de los 40 años de edad.
Ecografía:
no utiliza radiación por lo que se utiliza en pacientes muy jóvenes o
embarazadas. Se complementa con la mamografía pero no la reemplaza.
Avances:
mamografía en 3d o tomosíntesis (mamografia 2d digital+tomografía). Se utiliza
un mamógrafo digital especial en el cual el tubo de rayos x se desplaza a
través de un arco alrededor de la mama que gira 15 grados. Realiza cortes
milimétricos de la mama en las 2 proyecciones que habitualmente se realizan en
una mamografía convencional.
Permite
estudiar la forma, el tamaño, el contorno, la ubicación y la extensión precisa
de la lesión mamaria.
Estudios
recientes demuestran que la tomosíntesis aumenta el porcentaje de detección de
cáncer invasivos.
Detección
y análisis: Las pruebas que se utilizan para la detección, diagnóstico y
control, entre ellas: mamografías, ecografías, IRM, tomografía axial
computarizada, exploración con TEP y más.
El
90% de las mujeres que padecen cáncer podría salvarse si se lo detecta a tiempo
mediante una mamografía.
En
nuestro país podemos lograrlo con facilidad, ya que se cuenta con excelentes
recursos: elementos técnicos de última generación (mamógrafos); especialistas
entrenados y especializados en muchos centros de máximo prestigio en Europa, la
NASA (Agencia Nacional Aeroespacial de los Estados Unidos de Norteamérica) y
Richmond (Virginia - EEUU) como así también una plataforma de Telemedicina que
provee diagnóstico a muchas provincias, una segunda opinión diagnóstica en los
Estados Unidos de Norteamérica y una alianza estratégica con la Universidad
Nacional del Nordeste (UNNE).
Prevención
y detección temprana de la enfermedad:
1)
Prevención primaria: Prevenir el cáncer de mama significa disminuir o eliminar
la exposición de la mujer a factores de riesgo de forma tal de reducir las
posibilidades de desarrollar cáncer de mama. La adherencia a estilos de vida
saludable es una forma de actuar de modo preventivo: no fumar, evitar el
consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol. as
terapias de reemplazo hormonal y la exposición excesiva a la radiación
ionizante (rayos x) también aumentan el riesgo de tener cáncer de mama.
2)
Prevención secundaria: La prevención secundaria consiste en la detección
temprana del cáncer de mama. Básicamente
hay dos formas de detectar el cáncer de mama.
La
primera es por medio de la mamografía, que consiste en realizar una radiografía
de las mamas. Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase
asintomática, cuando todavía la lesión no es palpable, o es mínimamente
palpable, por lo cual, es posible recurrir a mejores posibilidades de cura, con
tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más
avanzado.
Cuando
el cáncer provoca síntomas y alteraciones de la mama detectables al examen
físico, significa que estamos en presencia de un nódulo palpable. En un estado
avanzado de la enfermedad se pueden observar variables manifestaciones como
retracción del pezón, cambios en la textura y el color de la piel, prurito o
lesiones descamativas en el pezón.
Por
eso, la recomendación es que todas las mujeres de entre 50 a 70 años se
realicen un estudio mamográfico cada dos años junto a un examen físico de las
mamas por parte de un profesional de la salud.
Por otra parte, tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las
mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada.
La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y
valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico.
Por
otro lado, hay otros métodos diagnósticos por imágenes, como la ecografía, la
cual se usa en forma complementaria a la mamografía y la resonancia magnética
que se emplea fundamentalmente en
mujeres con fuertes antecedentes familiares
y mutaciones genéticas conocidas detectadas o altamente sospechadas y en situaciones puntuales cuando exista
indicación (por ejemplo: algunas mujeres con mamas extremadamente densas o que
tengan prótesis mamarias).
Con
relación a la Colposcopia, el mismo es un procedimiento médico consistente en
la observación microscópica del epitelio cuello uterino, paredes vaginales así
como entrada a la vagina, que permite identificar lesiones precancerosas con
gran precisión. Práctica ginecológica que se realiza normalmente para evaluar a
la paciente con resultados anormales en la prueba de Papanicolaou o citología
cervical.
El
colposcopio es una especie de telescopio binocular de enfoque próximo que
permite al médico ver con detalle regiones anormales del cuello uterino, a
través de la vagina, por lo que es posible extraer una biopsia del área anormal
y enviarlo al patólogo, la biopsia nos va a permitir confirmar el diagnóstico
antes de efectuar el tratamiento definitivo.
Para
visualizar las paredes de la vagina y del cuello uterino, se introduce un
espéculo que abre las paredes de la vagina, se limpia la mucosa con una
dilución de ácido acético, se pueden utilizar diferentes colorantes como lugol
y distintos tipos de luz para diferenciar la mucosa normal de la patológica, su
objetivo es diagnosticar las lesiones pre malignas, pre invasoras e invasoras
del cáncer.
La
colposcopía debe realizarla:
1. Toda mujer que haya iniciado relaciones
sexuales.
2.
Pacientes con resultado de Papanicolaou anormal (presencia de displasia o NIC)
3.
Control de pacientes con antecedentes de infección por virus de papiloma humano
o cáncer.
4.
Pacientes con sangrado transvaginal anormal.
5.
Pacientes con flujo vaginal que no se cura con tratamientos usuales.
6.
Presencia de lesiones externas (verrugas, condilomas , úlceras, excoriaciones )
7.
Como estudio previo a la realización de operaciones del útero.
Con
relación La prueba de Papanicolaou (llamada así en honor de Georgios
Papanicolaou, médico griego que fue pionero en citología y detección temprana
de cáncer), también llamada citología exfoliativa o citología vaginal, se
realiza para diagnosticar el cáncer cervicouterino.
El
objetivo de esta prueba consiste en encontrar los cambios de las células del
cuello uterino que son precursoras del cáncer, antes de que empiecen a causar
síntomas y permitiendo que los tratamientos sean eficaces. El cáncer
cervicouterino es una enfermedad 90% prevenible, si la prueba de Papanicolaou
se realiza regularmente. Esta prueba deben realizársela todas las mujeres que
hayan iniciado su vida sexual una vez al año durante dos o tres años
consecutivos, y si los resultados son negativos se repetirá cada tres a cinco
años en caso de no haber factores de riesgo y hasta los 65 años. Si existen
factores de riesgo para cáncer de cuello de útero (Factores hereditarios, edad,
inicio a temprana edad de relaciones sexuales, infección por VPH o historia
personal de ETS, tabaquismo, multiparidad, inmunodepresión o toma de
anticonceptivos orales) el seguimiento tendrá que ser anual.
Por
lo expuesto, solicito a mis pares acompañen con sus firmas la aprobación del
presente Proyecto de Ley.-